Errores comunes que se cometen con los medicamentos

Un medicamento correctamente administrado puede salvarte la vida, pero si ingieres uno sin control puede causarte daños muy graves, incluso la muerte.
Un medicamento es una sustancia que es administrada en el organismo para diagnosticar, curar, tratar, aliviar o prevenir ciertas enfermedades, pero de ti depende que éste obre a tu favor y no en tu contra.

CosasDeFamilia quiere recordarte algunos de los errores más comunes en cuanto al consumo de medicamentos, para que evites tener accidentes molestos en casa y con cualquier miembro de tu familia.

· Automedicación: Se presenta cuando tenemos algún dolor y consultamos con todo el mundo menos con el especialista, pensando que el medicamento obrará en nosotras de la misma manera que lo hizo en una amiga. Otra forma de automedicación es tomar algún medicamento que alguna vez nos sirvió para un problema similar al que tenemos actualmente. Esto es un error muy grave ya que no todos los organismos son iguales ni reaccionan de la misma manera al mismo medicamento.

· No leer las etiquetas adjuntas: Casi nunca nos detenemos a leer o revisar la información contenida en las etiquetas que acompañan los medicamentos. Esto puede ocasionarnos graves daños ya que el remedio puede estar vencido (supera la fecha de caducidad), puede contener alguna sustancia a la cual somos alérgicas o tener alguna contraindicación adjunta.

· Tomar medicamentos vencidos: El problema no sólo radica en que pierden su efecto, sino que algunas veces las sustancias que contienen se ven afectadas y se convierten en algo tóxico.

· Cambiar las dosis: Muchas veces, por el afán de mejoría, algunas personas suelen aumentar las cantidades o las dosis de un medicamento sin encontrar ninguna respuesta positiva. Otras por el contrario detienen la ingesta del medicamento porque sienten algo de mejoría; esto lo único que causa (sobre todo con los antibióticos) es una resistencia del organismo a la bacteria, virus, etc. que nos ataca.

· Alergias: Otro común error que se comete con los medicamentos es ignorar alergias o reacciones que tenemos cuando ingerimos alguno.

· Reenvasar: Algunas veces reenvasamos medicamentos en otros frascos o recipientes que no son apropiados y esto podría alterar sus compuestos. Fíjate que muchos de los medicamentos que son sensibles a la luz vienen en frascos de vidrio oscuro para evitar los efectos del sol.

· Ingerir por vía oral una pastilla sin líquido para pasarla: Para ingerir más fácilmente un medicamento, lo mejor es ayudarte con un vaso de agua. Puedes poner la pastilla al final de tu lengua y tragarlo con un buen trago de agua.

· No batir los jarabes antes de usar: Si es un jarabe, recuerda batirlo antes y utilizar la medida correcta (cuchara, medidor, jeringa, etc.).

· Mezclar medicamentos que no pueden revolverse: Si debes ingerir varios medicamentos a la vez, pregúntale a tu doctor si pueden existir contraindicaciones de unos con otros, sino, tómalos uno a uno dejando de último los que sean en jarabe o líquidos.

· Tomar medicamentos en ayunas: Ten en cuenta que ciertos remedios deben y pueden ingerirse en ayunas, pero existen otros que no admiten ser ingeridos con el estómago vacío.

· Pasar con leche o sus derivados líquidos: Existen medicamentos que no deben ser ingeridos con leche o yogur, por ejemplo, la doxicilina.

· Medicamentos y alcohol: Aunque no es bueno ingerir medicamentos y combinar con alcohol, existen ciertas drogas que están totalmente contraindicadas con alcohol, no sólo porque pierden su efecto, sino porque pueden causar reacciones bastante peligrosas.

· Medicamentos mal guardados: Si puedes controlar los medicamentos que un anciano ingiere, es mejor que los dejes organizados por tomas. Esto es muy útil pues algunas veces pueden confundirse e ingerir el que no es o repetir dosis.

· El mejor sitio para guardar los medicamentos es un botiquín especial que no esté al alcance de los niños y ojalá se mantenga bajo llave. Recuerda además que ciertos medicamentos deben estar alejados de condiciones extremas de calor, frío, humedad, etc. para que conserven su integridad.